Iglesia Diocesana

Iglesia Diocesana
¿Cómo sería El Toboso sin su Parroquia?
La campaña del «Día de la Iglesia Diocesana 2014» que
se celebra este fin de semana en toda España, recuerda la importancia de sostener
y colaborar con la Parroquia.

EL TOBOSO / 14 NOV ■ InfoParroquia / portantos.es.- La Iglesia tiene como misión predicar el Evangelio
por el mundo y así lo hace a través de miles de católicos que, movidos por el
amor y la gracia de Dios, difunden su Palabra. Esta labor repercute en
beneficio de todos.
En España, la Iglesia esta presente 
territorialmente en 70 diócesis (69 diócesis territoriales y una diócesis
castrense) extendidas por todo el territorio y presididas por un obispo o
arzobispo, divididas a su vez en parroquias (22.795). A ellas se suman Órdenes
y Congregaciones religiosas (13.000), Monasterios de Clausura (860) y miles de
Cofradías y Hermandades. Se unen a éstas otras Instituciones y Organismos supradiocesanos
como las Universidades Pontificias, católicas, etcétera.
Detrás de estas instituciones se encuentran cientos de
miles de personas que  en comunión con la Iglesia y la Palabra de Dios,
trabajan cada día por hacer el bien al prójimo. Todas estas entidades operan
con la autonomía que les reconoce la normativa canónica. No existe, por tanto,
un único órgano de decisión, ni el ámbito organizativo ni en el económico.
Dios, presente en su Iglesia, nos acompaña en los
sucesos más importantes de nuestra vida, bien en los más felices (matrimonio,
bautismo, confirmación), bien en los más dolorosos (pecado, enfermedad,
muerte). Es el Amor de Dios quien otorga a estos sucesos sentido y esperanza.
No obstante, la Iglesia, Pueblo alentado por Dios,
trabaja permanentemente por la sociedad, en general, y por cada ser humano,
mostrándonos valores como la fe, la fraternidad, la solidaridad, el perdón, el
amor, y muy especialmente, ayudando en la necesidad: inmigración, ancianidad,
enfermedad, dolor, etc.
Todos estos servicios los desempeñan cristianos
entregados a Dios. Para mantener esta labor y mejorar cada día, la Iglesia
contribuye al desarrollo cultural y educativo de sus miembros. Y no sólo en nuestro
entorno más cercano; misioneros de la Iglesia católica, repartidos por todo el
mundo, predican con su ejemplo y trabajo la Palabra de Jesucristo.
La labor de un cristiano es, desde el amor a Dios,
regalar ese amor al prójimo. A nivel individual y como miembro de una comunidad
mayor: la Iglesia.
Para ello, el amor necesita de organización de manera
que sea un servicio comunitario ordenado.
Ese amor se organiza en tres grandes tareas: anuncio
de la Palabra de Dios, Sacramentos y Caridad, que se entrelazan y necesitan
entre ellas. Son parte de la naturaleza de la Iglesia, de su misión como
testigo y ejemplo de Jesucristo.
La Iglesia es la familia de Dios en el mundo y, como
en toda familia, sus miembros han de velar por mantenerse unidos en el amor y
en cuidar los unos de los otros. Esta familia rompe todas las barreras. La
parábola del buen samaritano (cf. Lc 10, 31) sigue siendo el criterio de
comportamiento, y muestra la universalidad del amor que se dirige hacia el
necesitado que encuentra en su camino, sea cómo sea, sin importar de dónde
venga.
En el «Día de la Iglesia Diocesana» celebramos
que vivimos nuestra fe en una parroquia concreta, en una diócesis determinada
con otros cristianos de todas las edades, y con los sacerdotes y religiosos.
Celebramos que nos preside en la fe y en la caridad un obispo. Estamos llamados
a experimentar todas estas alegrías nacidas del bautismo en el seno de la
maternidad de la Iglesia. No vivimos la fe en soledad, sino en comunidad junto
a otros hermanos nuestros.
¿Cómo desentendernos de nuestra Iglesia diocesana?
¿Cómo no preocuparnos por nuestra parroquia? En la parroquia hemos recibido el
don de la fe por el bautismo, que es el mayor regalo de amor, de misericordia,
de comprensión, de alegría, que se nos da. Pero lo que hemos recibido gratis,
hemos de darlo gratis. ¿Necesitará mi parroquia algo de mí? ¿Necesitará
catequistas? ¿Necesitará mis conocimientos profesionales como voluntario?
¿Necesitará que sea generoso con mi dinero?
Por eso, «participar
en tu parroquia es hacer una declaración de principios». Es
reconocernos hijos de Dios, hermanos unos de otros, miembros de la misma
comunidad parroquial, insertada en la gran comunidad de la diócesis.
Información del Fondo Común Diocesano de la Archidiócesisde Toledo. En la página 277 aparece el Resumen Económico correspondiente al Ejercicio Económico 2013 de la Parroquia de San
Antonio Abad de El Toboso (Toledo).
FOTO:
001. Anuncio de la Campaña de
este año.
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