Horarios de celebraciones para el «día de Todos los Santos y Fieles Difuntos»

Horarios de celebraciones para el «día de Todos los Santos y Fieles Difuntos»

Todas las celebraciones serán en la Iglesia Parroquial los días 1 y 2 de noviembre, cumpliendo las medidas vigentes de protección sanitaria.

EL TOBOSO / 28 OCT ■ InfoParroquia.- La Parroquia “San Antonio Abad” de El Toboso (Toledo) celebrará, el próximo domingo 1 de noviembre, la Solemnidad de Todos los Santos, mediante la celebración de la Eucaristía en la Iglesia Parroquial a las 12.00h del medio día, que estará presidida por el P. Fr. Miguel Ángel Coronado Velarde, OFM, de padre toboseño y que fue ordenado presbítero el pasado 19 de septiembre en el Convento de San Antonio del Retiro de Madrid. Antes, a las 09.30h y 10.00h, la celebración de esta solemnidad será en los Conventos de Trinitarias y Clarisas, respectivamente.

No habrá celebraciones en el cementerio municipal

Acogiendo las orientaciones de la Vicaría General del Arzobispado de Toledo y vista la situación sanitaria actual en toda la diócesis, la Santa Misa que tradicionalmente se celebraba en el cementerio municipal de El Toboso, tendrá lugar en el interior del templo parroquial, la tarde del 1 y 2 de noviembre, a las 19.00 horas. Las celebraciones de ambos días serán retransmitidas en directo por el canal de YotuTube InfoParroquia El Toboso y redes sociales.

Este traslado de celebraciones, del cementerio a la seo toboseña, responde también a las conversaciones que la Parroquia ha mantenido con las autoridades locales, prefiriendo estas anteponer las disposiciones sanitarias y de aforo, así como a la normativa municipal que desde el consistorio toboseño se ha pautado para los días 1 y 2 de noviembre. Según informan desde el Ayuntamiento, este protocolo ha sido elaborado siguiendo las normas de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Castilla –La Mancha y de la Delegación del Gobierno en la comunidad autónoma, que atiende a la situación de esta segunda oleada de la pandemia y exige su aplicación en todo el territorio, evitando de esta forma cualquier reunión masiva de personas, como es el caso de la asistencia a los camposantos durante estos días. 

HORARIOS Y CELEBRACIONES

Domingo, 1 de Noviembre.- Festividad de Todos los Santos

09:30h.- Misa en el Monasterio de Trinitarias

10:00h.- Misa en el Convento de Clarisas

12:00h.- Misa solemne en la Iglesia Parroquial

19:00h.- Misa en la Iglesia Parroquial

Lunes, 2 de Noviembre.- Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos

10:00h.- Misa en el Convento de Clarisas

18:00h.- Misa en el Monasterio de Trinitarias

19:00h.- Misa en la Iglesia Parroquial

Todas las celebraciones en la Parroquia serán retransmitidas en directo por canal de YouTube InfoParroquia y redes sociales.

LA ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

La experiencia de la muerte de los amigos y familiares provoca siempre dolor y sufrimiento. A cada persona, la pérdida de un ser querido le trae a la mente los días pasados en su compañía, los sufrimientos compartidos, el cariño recibido y las alegrías vividas en común. Por ello, no deberíamos avergonzarnos nunca del dolor y de las lágrimas derramadas por nuestros difuntos. Son la mejor demostración del amor que les profesábamos y de la gratitud que les debemos. 

Los grandes santos, como nosotros, experimentaron también el desgarro interior ante la muerte de los suyos. San Agustín nos dejó testimonio escrito del hondo dolor que le produjo la muerte de su querida madre. Dice el Santo: “Mientras le cerraba sus ojos, una inmensa tristeza se espesaba en mi corazón y se transformaba en un río de lágrimas. Pero, ¿qué era lo que me dolía tan intensamente, sino la reciente herida abierta por la ruptura repentina de nuestra convivencia diaria, tan agradable y tan querida?”. 

Este testimonio de San Agustín nos ayuda a comprender que el profundo dolor por la separación de nuestros seres queridos nos afecta a todos. Ahora bien, tanto el Santo de Hipona como todos los cristianos, en virtud de nuestra fe en el Resucitado, podemos experimentar también la gran esperanza que se abre al ser humano con la muerte. En la vida y en la muerte, quienes creemos en Jesucristo, confiamos en el cumplimiento de aquellas palabras suyas: “El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre”. 

La Iglesia, acogiendo con fe la Palabra de Dios y meditando en la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte en virtud de su resurrección, además de profesar en el Credo su profunda convicción en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro, no cesa de pedir a Dios, en la celebración de la Eucaristía y en otras oraciones litúrgicas, que se acuerde de su hijos, muertos con la esperanza de la resurrección, y que los lleve a contemplar la luz de su rostro por toda la eternidad. 

Pero, además de estas oraciones diarias por los difuntos, la Iglesia, a partir del siglo XI, estableció la conmemoración de todos los fieles difuntos, el día 2 de noviembre. Con esta celebración, la Iglesia no sólo pretende expresar la profunda comunión existente entre los fieles difuntos y los que aún quedamos en este mundo, sino que anima a todos sus hijos a orar al Padre celestial por el descanso eterno de quienes nos han precedido en la fe. La participación en la vida de Cristo, celebrada el día del bautismo, tiene que llegar a su plenitud después de la muerte. Esta convicción, rechazada por quienes se apoyan únicamente en las demostraciones científicas, tiene pleno sentido para quienes confesamos nuestra fe en Jesucristo resucitado. 

Con la confianza en nuestra propia resurrección, cuando el Señor quiera llamarnos a su presencia, oremos confiadamente por nuestros familiares y amigos difuntos. Pidamos especialmente por quienes mueren a causa del odio y de la violencia, o no tienen a nadie que ore por ellos. Que el Señor les conceda a todos el descanso eterno y los reciba en la región de la luz y de la paz, para que puedan contemplar cara a cara a su Salvador.

FOTO:

© Misi Ortega Benito, 2020

001.- Atardecer en las inmediaciones del cementerio de El Toboso

TEXTO DE LA REFLEXIÓN:

© Mons. Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara

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