«Una sonrisa entregada a Dios»

«Una sonrisa entregada a Dios»

Sor Margarita Soto, tras más de 66 años de vida religiosa en el Convento de las Clarisas de El Toboso (Toledo), pasó de este mundo al Padre en la madrugada del pasado 17 de noviembre.

EL TOBOSO / 22 NOV ■ InfoParroquia.- Con 90 años de edad y después de una fecunda vida de entrega a Dios en la vida monástica, Sor Margarita, religiosa clarisa en el Convento de la Concepción de El Toboso (Toledo), falleció en la madrugada del pasado 17 de noviembre a consecuencia de un derrame cerebral extenso que la tuvo internada días antes en el Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).

Ese mismo día de su tránsito a la patria celestial se celebró la misa funeral “corpore insepulto”, presidida por el P. Fr. Juan Pedro Ortega, O.F.M e hijo espiritual de sor Margarita quien en varios momentos de su homilía sintió la emoción de este trance. Le acompañaron en el altar el Párroco de la localidad y capellán del Convento de Clarisas, Rvdo. D. Juan Miguel Romeralo, el capellán de las Trinitarias de Clausura, Rvdo. D. Eduardo Toledo, y tres religiosos de la Tercera Orden Regular de la comunidad de Quintanar de la Orden. También acompañaron un nutrido número de hermanas clarisas provenientes de las Fraternidades de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), Madridejos y Toledo, así como numerosos fieles del pueblo de El Toboso que en todo momento estuvieron presentes hasta que su cuerpo fue conducido al Cementerio de la Comunidad para recibir cristiana sepultura.

Biografía

La hermana Carmen Soto Elizalde era hija legitima de D. Isidoro Soto Nicolásy D. Romigia Elizalde Echavarría, ambos dos naturales de Pamplona, ciudad donde nació nuestra hermana un 16 de julio de 1926. A la edad de 24 años ingresó en el Convento de la Concepción de las Hermanas Clarisa de El Toboso el día 7 de mayo de 1950.

Tomo el santo hábito el día 9 de noviembre del mismo año de ingreso al convento. Emitió la Profesión Simple el 10 de noviembre de 1951 e hizo la Profesión Solemne el día 10 de noviembre de 1954 con el nombre de Sor Margarita. Desde entonces y hasta el día de su muerte, permaneció en este Convento de Clarisas en el que también vivió su hermana de sangre, Sor Encarnación, fallecida en el año 2004.

Sor Margarita era un alma puramente angelical. Sencilla, alegre y limpia de espíritu. Tenían un gran celo por las vocaciones religiosas, y en sus cosas, fue siempre muy ordenada. Amante de la Santísima Virgen. Y en su oración enormemente preocupada por la perseverancia de las vocaciones sacerdotal, algo que para ella siempre fue una inquietud constante. De esto puede dar buena cuenta nuestro hermano el P. Fr. Juan Pedro al cual conoció a la edad de siete años. «En cuanto vi en aquella criatura indicios de vocación sacerdotal, me interesé enseguida por él dándole consejos y ofreciendo continuas oraciones», afirmó en repetidas ocasiones a lo largo de su vida.

Los oficios y trabajos que la Comunidad le encomendó, los hizo siempre con gran pulcritud, sobre todo el de sacristana. «Fue siempre muy afable en el trato y especialmente delicada de conciencia, pues si ella creía haber dicho una palabra un poco más fuerte que otra, inmediatamente pedía perdón, incluso si la hermana era novicia o postulante», aseguran sus hermanas que aún permanecen en el convento.

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Sus últimos diez días de vida que transcurrieron en el Hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), debido a un derrame cerebral muy extenso. Fueron días de grandes y verdaderas emociones, pues, aunque no podía hablar, nos miraba, y asentía con la cabeza cualquier pregunta que se le hacía. Siempre esperábamos una sonrisa de las muchas que nos dio en vida. Y la sonrisa llego después que nuestro hermano Juan Pedro le administrara el Sacramento de la Unción de enfermos. Y desde ese momento a todos que los estuvimos con ella en el hospital nos regaló una sonrisa llena de ternura con su dulce boquita a la vez graciosa. Sentíamos que ella estaba con gran paz, pero desde este momento quedó aún más relajada y nos regaló esa sonrisa entregada a Dios que mantuvo hasta el final de su vida. Después se durmió y ya no despertó aquí, pero sí estará compartiendo con Él la gloria de la resurrección.

FOTO:

© HH. Clarisas de El Toboso, 2016

001-002.- Sor Margarita, sus últimos años en el Convento de El Toboso.

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