Convento de las Clarisas de El Toboso, 500 años de vida consagrada y contemplativa

Convento de las Clarisas de El Toboso, 500 años de vida consagrada y contemplativa
 De los tres conventos que en su larga historia ha tenido El Toboso, el de la Concepción y San Benito, hoy fraternidad de Hermanas Clarisas, es el primero y más antiguo de todos con cinco siglos de vida y que a día de hoy, continua con la presencia de una comunidad formada por nueve hermanas entre las que destacan la vitalidad de tres jóvenes religiosas.
 
EL TOBOSO / 12 JUN ■ InfoParroquia.- Con motivo del Año de la Vida Consagrada que a propuesta del Papa Francisco la Iglesia universal está conmemorando en este 2015 y aprovechando la profesión solemne de una de las religiosas del Convento de la Concepción y San Benito, la hermana Gabriela de las Clarisas de El Toboso (Toledo), InfoParroquia EL TOBOSO se ha aproximado a la historia de este convento y presenta a sus lectores una reseña de la misma.
Sucede en El Toboso que junto a la gran Iglesia Parroquial San Antonio Abad, existen otros dos espacios característicos, íntimos, alejados del ruido y del bullicio. Pero igualmente bellos y relevantes, lugares que forman parte de la historia y la verdad de este pueblo.
En los dos, desde hace siglos y en la actualidad, un grupo importante de mujeres buscaron la comunicación con Dios,
la liberación de una sociedad que no les satisfacía y comenzaron a tejer esa particular forma de entender y vivir la espiritualidad; comenzaron a crear un mundo propio. Oración y poesía, rezos y disciplina, gobernar el cuerpo para abrir la mente, silencio y música, contemplación y acción son las claves de la Clausura en El Toboso, espacios figuradamente cerrados, pero llenos de plenitud, de libertad.
¿Cómo acercarse a ellos? Son lugares en los que hay que entrar con respeto, pero sin miedo, para conocer lo que allí sucedió y sucede, para sentir y compartir la felicidad de las religiosas que los habitan. Cada uno de los dos posee un acento propio, el que le da la pobreza franciscana y la laboriosidad trinitaria.
Historia
Los orígenes del actual Convento de la Inmaculada Concepción y San Benito se remontan hacia 1515, época en la que existió en El Toboso, junto a la antigua ermita de San Benito, una casa de beatas o ermitorio donde vivieron primeramente tres religiosas que vestían de pardo, eran de la Orden de San Francisco y profesaban los tres votos sustanciales de pobreza, obediencia y castidad. Tenían dada su obediencia al P. Guardián de S. Francisco de Belmonte y vivían bajo su regla y sujeción. Más tarde, en el año 1546, fue convertido y fundado como “cenobio franciscano” por Don Antón Martínez, clérigo natural de esta Villa. Por esta época también se le denominaba como “convento de La Sentencia”
En las Relaciones de Felipe II, del año 1575, ya se menciona este lugar como monasterio de beatas, sujeto a la Orden de San Francisco, llamado de La Sentencia, dedicado a la Concepción de Nuestra Señora. En este año cuenta con 13 religiosas y son obedientes al prior del Monasterio de Uclés.
Algunos documentos antiguos indican cómo el convento de la Inmaculada Concepción se localiza en el extremo oriental del pueblo, a tres leguas pequeñas. Poseía tres patios, dos enfermerías, huerta y cuatro pozos algo abundantes. La iglesia del convento se levantó hacia el 1670; era pequeña, sin particularidad ninguna, salvo el porche principal que era todo de sillería, con dos grandes columnas dóricas y en los primeros años del siglo XVIII se realizaron los retablos que tuvo.
Primeramente, el convento estuvo situado en la ermita de San Benito, pues cerca de esta ermita había unas casas en las cuales se recogieron estas mujeres piadosas, en condición de beatas con hábito para hacer vida en común y ejemplar. Ya en 1589 es considerado como convento pues contaba 20 o 30 religiosas. Y en el año 1604 había en este convento de la Concepción aumentó el número a 32,  las cuales profesaron solemnemente la Regla Tercera Regular de San Francisco. En 1635 el Papa León X aprobó las Constituciones.
Artísticamente, el antiguo edificio, que sufrió las desamortizaciones y la odisea de la contienda civil española de principios del siglo XX, fue siempre un convento pobre del que apenas nos han quedado vestigios importantes salvo una portada de la antigua iglesia, que es de estilo renacentista y posee puertas de madera, columna con basamento alzado, capitel, arco de medio punto, cornisa sencilla y una hornacina que alberga una imagen reciente de San Benito. Dentro del convento se conservan algunas piezas arquitectónicas sueltas del viejo inmueble.
Las hermanas, ya entonces Franciscanas, tenían su pequeño patrimonio con el que vivían sin preocupación alguna terrena, además de los donativos que percibían, consagrando el fervor de su espíritu a una vida estricta de pobreza y oración, llamadas en todo a la perfección de su estado como religiosas. Con todo, nunca fue un convento rico, ya que carecía de importantes rentas, aunque llegó a poseer ciento cincuenta y tres fincas, incluidas dos urbanas. En comparación con otros cenobios de la época y de la comarca, podríamos decir que este fue uno de los más escasos en cuanto a bienes, posesiones y ajuares se trata.
Hoy, todas las dependencias del convento son reconstrucción de las antiguas incluyendo la iglesia, pues de la primitiva Iglesia del convento sólo se conserva el primer tramo de bóveda, de estilo barroco sencillo; el resto de la fábrica principal es modernista, resultado de la profunda reconstrucción llevada a cabo entre los años 1973 y 1976, años en los que la vida de la comunidad también experimentó un profundo cambio espiritual pues al regresar las monjas a el Convento de El Toboso tras su marcha forzada por la guerra civil, pasará a ser Monasterio de Clarisas y ya no franciscanas.

FOTO:

© InfoParroquia EL TOBOSO, 2015
© Archivo Convento HH. Clarisas de El Toboso, 2015
© Ayuntamiento de El Toboso, 2009
001.- Grupo de religiosas de finales del siglo XIX
002.- El Convento en 1901, 1932, 1999
003.- Berthold Mahn, edición francesa del Quijote. París, 1935
004.- La Comunidad, 1978
005 y 006.- Actualidad, comunidad y convento
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